sábado, 19 de mayo de 2012

reflexiones ateas

Una vez en Facebook pregunte que es el Ateismo y dos amigos mios Judith Del Rocio  una importante activista Atea mexicana dijo: Yo defino al ateísmo como aquel que niega la idea de dios, tomando en cuenta que es una idea inventada por el ser humano y que puede tener múltiples manifestaciones, esto abarca no solo los dioses de tipo personal sino también las fuerzas que disque guían al universo que se inventan panteistas y deistas. El humanismo secular es más bien un modo de pensar que busca recuperar lo humano al estilo de Nietzsche donde la ciencia, la filosofía y la vida en general dejan atrás lo místico o sobrenatural para volver a la verdadera naturaleza humana pero dentro de un marco de respeto a la vida, más práctico y sobre todo ético.
yo les dije que estaba buscando una definicion concreta porque en muchas paginas ven el ateo como alguien que niega a dios porque si pero mi amigo Ylmer José Aranda Leal  activista ateo venezolano dijo:La negación de dioses no es una actitud caprichosa. Es fruto de la razón.
yo nunca tuve dudas de que soy atea sobretodo cuando siempre he tenido una mala experiencia religiosa desde la infancia desde que en una epoca donde era normal rezar en el colegio y sin olvidar mi tormentosa catequesis aparte fue muy incomoda mi vida en la iglesia sobretodo cuando me dijeron que es importante confesarse antes de mi primera comunion y contar al sacerdote que estaba metido en una especie de cabina telefonica aquello que segun ellos a la vista de dios era pecado, yo tenia entre 7 u 8 años y aun asi tenia que decir si me tocaba o no o veia porno o cosas absurdas, recuerdo que a los 11 o 12 mande literalmente a un cura a la mierda y le deje con el sin pecado concebido en la boca, luego si aun iba a misa normalmente a acompañar a mi abuelita pero durante esa media hora lo pasaba como ida incluso me dormi en pleno sermon, aparte habia pasado la noche anterior de parranda :P.

yo durante un tiempo estuve pensando que igual la religion catolica era para mi y quise buscar alternativas religiosas pero era lo mismo, rollos comecocos que solo decian como tenia  
que pensar luego encima tenia que poner a unos dioses por encima de las personas e incluso de mi misma,  y yo siempre he sentido simpatia hacia la comunidad LGBT, porque tuve y tengo muchos amigos homosexuales, y la mayoria de religiones rechazaban mis amigos, y tambien reprochaban a aquellas personas que tenian una sexualidad muy liberal o a mujeres que abortan entonces vi que ninguna religion era valida asi que busque por muchos sitios hasta que me topé con internet sobretodo en redes sociales y vi que habia mucha gente como yo con mis ideas y que por fin me di cuenta de que ser ateo es lo mejor que me a pasado en la vida.
durante esta epoca de ateismo encontre muchos amigos que tienen paginas y blogs ateos como Judith e Ylmer y por ello quise hacer estos blogs para ser parte de una gran comunidad , lo unico es que me senti en desventaja porque la mayoria tienen formacion universitaria y por ello siempre tengo blogs de botanica, anatomia , animales etc que los uso para estudiar un poco y a la vez para no dar la sensacion de ser algo ignorante, aunque nunca lo fui siempre saque buenas notas en el colegio aunque no tengo titulos de estudios superiores.


En este tiempo he tenido mucho mas conocimientos sobre ciencia, antropologia y conozco

a un monton de gente famosa y no famosa que es atea que me ayudan muchisimo a saber porque algunos creyentes se comportan de una manera muy infantil y el porque mucha gente se hace el tonto u oidos sordos cuando se intenta razonar con ellos 
cosas que me ayudo a entender el ateismo fue en muchas grandes paginas como 

http://www.sindioses.org/ 


donde entendi que 


La palabra "ateo" evoca una multitud de imágenes en las mentes de los estadounidenses, desde lo valiente hasta lo horrible. De hecho, este término es uno de los más malinterpretados de la lengua inglesa. La etimología de la palabra revela exactamente lo que significa para los ateos mismos, y son los ateos quienes deben saber mejor lo que esta palabra significa.

La palabra "ateo" se deriva del griego "teísmo", que es creencia en un dios o en varios, y "a", que significa "sin". Así, los ateos son personas que carecen de una creencia en un dios o en varios. Contrariamente a la creencia común y a algunos diccionarios antiguos, la gran mayoría de los ateos NO niega absolutamente la extremadamente pequeña posibilidad de Dios. Para negar a Dios categóricamente, un ateo tendría que saber todas las posibles definiciones de Dios, examinarlas todas, y encontrarlas a todas lógicamente auto contradictorias o falsas, y entonces rechazarlas todas. Hacer todo esto requeriría que el ateo fuera omnisciente. Además, los ateos se rehúsan a dar el "salto de fe" desde la evidencia hasta una conclusión que la evidencia no amerita. Los ateos dejan ese error lógico para los teístas. Como los ateos no pueden negar a dios lógicamente, no lo hacen. Cualquiera que diga que los ateos hacen una declaración global tan simplista sencillamente no está familiarizado con la literatura del ateísmo.

Fe contra Experiencia.
¿De dónde vino esta confusión? Primero, hasta hace poco las únicas personas que hablaban en público sobre el ateísmo eran clérigos. Mas allá de este poco afortunado hecho, existe la idea de que uno puede negar la existencia de un dios específicamente definido si la definición de tal dios lleva a una auto contradicción lógica. Por supuesto, lo único que significa tal auto contradicción es que un dios determinado no puede existir, tal como no puede existir un círculo cuadrado, porque las cosas lógicamente auto contradictorias por definición no pueden existir.


Bien, entonces los ateos son personas que carecen de una creencia en uno o varios dioses. ¿Qué significa esto? Bueno, significa que los ateos han adoptado tal postura porque se dan cuenta de que la carga de la prueba acerca de si algo es lógicamente cierto siempre descansa sobre los hombros de la persona que lo afirma como cierto. De modo que el teísta que afirma que Dios existe está obligado a demostrar esa postura. Esto se hace ofreciendo "pruebas" físicas o lógicas y tratando de llegar a una conclusión lógicamente convincente. Cuando el ateo le pide al teísta que presente su evidencia, la evidencia es insuficiente para concluir que existe un dios, sin importar cómo se defina "dios". Casi todos los filósofos admiten esta realidad.
El teísta, sin embargo, tiene una "salida". El teísta dice que aun cuando no haya pruebas lógicas (racionales) a favor de la existencia de un dios, no obstante uno debería aún aceptar la idea de un dios en base a la fe. La fe es básicamente creer algo sin evidencia adecuada ¡porque uno quiere creerla! Los ateos se rehúsan a dar este "salto de fe" o creer cualquier cosa por fe, pues entienden que hacerlo sería simplemente mentirse a uno mismo. Los ateos y la mayoría de las demás personas consideran que la mentira es inmoral. Adicionalmente, la religión es la única área que se basa en el concepto de fe. Es cierto que a menudo usamos descuidadamente la palabra "fe" cuando lo que en realidad queremos decir es "confianza basada en la experiencia". Por ejemplo, cuando llegamos a un semáforo con luz roja de alto, nos detenemos y esperamos a que se ponga en verde. No tenemos fe en que se pondrá en verde, sino que tenemos confianza en que ocurrirá, basada en nuestras experiencias pasadas con la luz roja del semáforo. Sabemos que 999 de cada 1000 veces, la luz roja se pasará al verde. Si nunca hemos visto antes una luz roja, no sabríamos qué hacer la primera vez que nos la encontráramos. Si nos detuviéramos y esperáramos que se pusiera en verde sin antes haber visto jamás un semáforo en rojo, entonces estaríamos actuando en base a la fe.

y que hay distintos tipos de ateismo


También dentro del ateísmo hay diferencias de opinión. Entre los principales sectores tenemos al ateísmo-científico y al ateísmo-filósofico. El primero se basa en el método científico. Muchos de los representantes del ateísmo-filósofico pueden llamarse agnósticos, ya que dicen que las personas no tienen ningún motivo para creer en dios, ya que no existe información válidab que apoye ese pensamiento.
La naturaleza socio-política del ateísmo, se refleja en la ideología marxista. Según esta, la religión es dañina, porque mantiene una imágen del mundo equivocada, y las estructuras sociales estan construídas en esa imagen equivocada.

Ateos que no pertenecen a ninguna de esas ideas representan el ateísmo-personal (ateísmo-psíquico) y se declaran neutrales a la creencia de dios, dicen que no es una necesidad para el desarrollo psiquico de las personas. Este ateísmo práctico es el que empieza a ser el mas común en la cultura occidental.

Este artículo pretende, más que convencer a la mayoría de la gente sobre las ventajas del ateísmo, convencer a la mayoría de la gente sobre la importancia de discutir sobre la religión y sobre el ateísmo. Creemos que lo primero es consecuencia inevitable de lo segundo.

En defensa de la discusión
Las diferencias religiosas han sido en el pasado motivo o excusa de numerosos conflictos, guerras, homicidios, persecuciones, invasiones y robos. Persecuciones en el Imperio Romano, Guerras Santas y Yihades en Medio Oriente, Guerras de Religión en Europa, la Santa Inquisición, Cruzadas, colonizaciones evangelizadoras en América, la Rebelión Taiping en China, son algunos ejemplos de cruentos conflictos en los que las diferencias religiosas jugaron un papel importante. Es posible pensar entonces que la discusión sobre temas de religión debe ser evitada para así evitar esos conflictos. ¿Pero realmente evitamos conflictos religiosos evitando la discusión? ¿Nuestras creencias, incluidas las religiosas, no son acaso la base a partir de la cual tomamos decisiones y realizamos acciones? Personas con diferentes creencias pueden tomar decisiones antagónicas, a partir de estas decisiones se realizan acciones y de éstas acciones pueden surgir conflictos. Entonces, ¿no es mejor resolver los conflictos discutiendo, antes de que las creencias repercutan en acciones?

La historia nos muestra que aplazar las discusiones hasta el momento en el que los conflictos son inevitables no hace sino potenciar los daños del conflicto. De los conflictos religiosos del pasado, ¿cuántos surgieron como consecuencia de un debate amplio de la sociedad? Probablemente ninguno. Las guerras religiosas se han basado en el fanatismo fomentado por instituciones poderosas que tratan de prohibir la discusión y el debate religioso. Los grandes cismas religiosos fueron hechos por grupos de personas con intereses políticos, sin consultar a la mayoría de la población creyente.

La discusión es un requisito indispensable para la democracia. Es imposible que se tomen decisiones de acuerdo a la voluntad de la mayoría si las personas no dan a conocer sus opiniones. El hecho de que no se discuta implica tácitamente que se acepta el estado actual de las cosas, el statu quo. La historia nos muestra cómo muchas religiones se han opuesto a la democracia, evitando o prohibiendo la discusión, la cual pone en duda muchas de las creencias religiosas.

La discusión es además una de las herramientas más poderosas para la destrucción de prejuicios y estereotipos. Muchos de los conflictos étnicos, religiosos o políticos son el resultado de la formación de prejuicios, generalizaciones y estereotipos que deshumanizan al adversario, y que son consecuencia del aislamiento entre los diversos grupos. El contacto y el intercambio de ideas que impone la discusión, corroen poco a poco este aislamiento, haciendo evidentes las incoherencias y las falacias presentes en esos prejuicios y estereotipos.

¿Sobre qué discutir?
El objetivo más importante de este texto es convencer a los lectores sobre la importancia de una sana discusión sobre temas de religión, superstición, divinidades y creencias. Al hablar de discusión no nos referimos a un intercambio de insultos y descalificaciones con el objetivo de herir emocionalmente al adversario, sino a un intercambio de opiniones e ideas con el objetivo de contrastar nuestras creencias con las creencias de otros, y con el fin último de acercarnos a la verdad, de acercarnos al conjunto de creencias que aumentan nuestras probabilidades de obtener la felicidad.

Pero la discusión está condicionada por nuestra realidad, y por el tiempo del que disponemos para debatir. La cantidad de temas y de creencias posibles parece ser infinita. Aceptar la importancia de discutir sobre religión puede ser completamente inútil si la discusión se centra en los temas menos esenciales, en los temas periféricos, que dan por ciertas las suposiciones más fundamentales. Discutir sobre religión no debería empezar por discutir cuál de tantos libros o escrituras consideradas sagradas, o cual de su versiones o interpretaciones, es correcta, sino por establecer las bases o principios de nuestras creencias, la manera en la que obtenemos el conocimiento, y la naturaleza de este conocimiento. Discutir sobre religión no debería empezar por analizar la virginidad de María, o la resurrección de Jesús, sino por examinar la posibilidad o imposibilidad de lo sobrenatural. Una discusión sobre religión debería empezar por cuestionar la existencia de uno o varios creadores, no por debatir sobre su nombre, sus poderes o su personalidad.

¿Qué está en juego?


Existe la creencia tanto entre creyentes moderados como en ateos y agnósticos, de que la religión debe escapar a la discusión, ya que se sitúa en un "plano espiritual" que no afecta al "mundo material". Pero muchos acontecimientos pasados y presentes nos muestran la falsedad de esta creencia. Sólo el tiempo que las personas le dedican a la religión afecta en gran medida al mundo material. El tiempo que podría ser dedicado al trabajo, al descanso, al aprendizaje, o al esparcimiento, es en cambio dedicado a actividades que pueden no tener ningún efecto positivo. Pero además hay un sinnúmero de situaciones en las que las creencias religiosas que contradicen la evidencia, tienen consecuencias terriblemente negativas para la vida y la felicidad de las personas, consecuencias que, de otra manera, serían fácilmente evitadas. Incontables son los ejemplos de dichas situaciones, desde lapidaciones, quemas de brujas y sacrificios humanos y animales, en los casos más extremos, hasta muertes producidas por tratamientos médicos errados para enfermedades fácilmente curables con los conocimientos disponibles.

La discriminación de grupos como mujeres, niños, hombres de otras razas, otras religiones, homosexuales, enfermos, encuentran su justificación en muchas creencias religiosas. La ecología del planeta se ha visto afectada por la extinción o cuasi extinción de especies animales cazadas por motivos supersticiosos. Gran cantidad de recursos son destinados a personas que han convertido a las creencias religiosas y supersticiosas en un negocio, y que se dedican a perpetuar dichas creencias por motivos de enriquecimiento personal. Esto es lo que está en juego, y es por esto que consideramos importante exponer una visión naturalista y científica del mundo que haga frente a las creencias religiosas y supersticiosas en el campo de batalla de la discusión.

Un enfoque científico
Existe una gran variedad de concepciones ateas del mundo, algunas son naturalistas, otras supersticiosas, religiosas, agnósticas... En este texto queremos presentar una concepción del mundo que podríamos llamar naturalista o científica, y que puede ser calificada de atea o de agnóstica dependiendo del sentido que se le dé a dichas palabras. Esta concepción del mundo no es ajena a ninguna persona, ya que todos, en mayor o menor medida, actuamos, a veces sin siquiera percatarnos, siguiendo los principios del método científico. Incluso existe evidencia de que muchos animales también actúan basados en los mismos principios. En este enfoque, las creencias no son nociones absolutas que pasan intactas de padres a hijos o a través de escrituras sagradas, sino que son nociones establecidas siguiendo una serie de pasos, y que pueden modificarse y ampliarse una vez establecidas. Este método puede ser resumido en las siguientes etapas:

Percepción del exterior: nuestros sentidos nos permiten percibir lo que ocurre tanto en el exterior como en el interior de nuestro cuerpo. La vista, el oído, el gusto, el olor, el tacto, el hambre, la sed, el dolor, la comezón, el frío, el calor, son algunos de estos sentidos.

Percepción de nuestro estado de ánimo: nuestros sentimientos o sensaciones nos permiten percibir los estados emocionales en nuestra mente. La alegría, la tristeza, el afecto, el odio, el deseo, la sorpresa, el tedio, la decepción, el miedo, la melancolía, son algunos de estos sentimientos o sensaciones.

Formulación de hipótesis (inducción): nuestra mente crea creencias haciendo suposiciones a partir de las percepciones realizadas por los sentidos, sensaciones y sentimientos, estableciendo relaciones de causa y efecto. Por ejemplo, observar el encendido de una lámpara después de presionar un botón, puede llevar a la suposición de que el encendido de la lámpara es consecuencia de presionar dicho botón. Se crea entonces una creencia basada en dicha observación.

Contraste de suposiciones (según el principio de no contradicción): nuestro razonamiento funciona utilizando el principio de no contradicción, esto es, algo no puede ser y no ser al mismo tiempo. Ninguna de nuestras acciones tendría sentido si no consideramos este principio. No tendría sentido comprar un medicamento si este nos cura y no nos cura de una enfermedad. Si el medicamento cura, entonces lo mejor es comprarlo, si éste no nos cura, entonces lo mejor es ahorrar el dinero y no comprarlo, pero no hay ninguna acción lógica que pueda decidirse a partir de la creencia de que el medicamento nos cura y al mismo tiempo no nos cura.

No hay ninguna acción lógica que pueda decidirse a partir de la suposición de que algo es y no es al mismo tiempo. Entonces nuestras creencias son contrastadas entre ellas, y de este contraste las creencias aumentan o disminuyen su credibilidad. Si una creencia no es coherente con el resto de nuestras creencias, es probable que la desechemos como una creencia válida. Un buen ejemplo de este mecanismo son los sueños. Los sueños son considerados sueños y no realidades debido a que son incoherentes con el resto de nuestras creencias. De igual manera una ilusión óptica (un espejismo en la carretera que parece ser un charco) es considerada ilusión y no realidad, porque contradice la mayoría de nuestras creencias (los charcos de agua no desaparecen rápidamente cuando nos acercamos a ellos).

Toma de decisiones a partir de nuestras creencias: Los seres humanos tratamos de aumentar las sensaciones o sentimientos agradables y de disminuir las sensaciones y sentimientos desagradables. Para eso tomamos decisiones basados en nuestras creencias imaginando las posibles consecuencias de nuestras acciones.

En resumen, los seres humanos sentimos, hacemos suposiciones simples a partir de lo que sentimos convirtiendo dichas suposiciones en creencias, tratamos de que nuestras suposiciones sean coherentes, por lo que desechamos las suposiciones más incoherentes con nuestras creencias, y realizamos acciones a partir de esas creencias tratando de maximizar nuestra felicidad. Las acciones probablemente producirán nuevas percepciones que harán que ampliemos o modifiquemos nuestro sistema de creencias previo.

Las leyes científicas son establecidas y modificadas utilizando el mismo mecanismo de suposiciones y contraste de creencias. Después de numerosas experiencias, los científicos establecieron que dos planetas se atraen con una fuerza proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa. Después de varias experiencias, una persona establece la creencia de que el sol aparece y se oculta regularmente en un ciclo que dura veinticuatro horas. Pero también son establecidas de esta manera creencias más cotidianas, incluso muchas creencias religiosas y supersticiosas. El hecho de que una plegaria se realice antes de la curación de un enfermo puede producir la creencia de que la plegaria es la causa de la curación.

Lo sobrenatural es incoherente
¿Cuál es la diferencia entre lo natural y lo sobrenatural?   Imaginemos que alguien nos da la noticia de que un hombre corrió hacia un lago y al llegar a sus aguas se sumergió en ellas. Esta noticia la consideramos previsible y natural, ya que al contrastarla con nuestras creencias, las cuales establecimos después de haber experimentado gran cantidad de situaciones similares, no encontramos contradicciones sino más bien similitudes. En cambio si recibimos la noticia de que un hombre se dirigió hacia un lago y al alcanzar sus aguas continuó caminando por sobre las aguas, entonces consideramos esta noticia como un suceso sobrenatural, debido a que contradice todas nuestras creencias previamente establecidas.

La mayoría de las personas no creerán dicha noticia. Algunas personas buscarán alguna explicación científica, es decir, una explicación, que probablemente no será evidente, y que relacione dicha noticia con creencias preestablecidas, como la utilización de alguna tecnología coherente con nuestras creencias naturales, algún cable, campo magnético, o pilares sumergidos que puedan crear la ilusión de caminar sobre el agua. Otras personas es posible que crean en dicha noticia, así contradiga el resto de sus creencias, y considerarán este suceso como sobrenatural. Lo sobrenatural es por lo tanto incoherente con nuestras creencias naturales. La creencia en lo sobrenatural es una excepción en nuestro razonamiento cotidiano que sólo acepta creencias naturales. Diversos factores influyen en la aceptación de creencias sobrenaturales. Posiblemente el más importante, es la transmisión de creencias de padres y maestros a hijos y alumnos cuando éstos son muy jóvenes.

Adoctrinamiento, una estrategia exitosa
Es poco probable que las religiones sean el resultado de un plan maestro orquestado por un grupo de personas geniales. Es más probable que las religiones sean el resultado de un proceso acumulativo, en el cual intervinieron gran cantidad de personas con diversos intereses, y en el cual confluyeron gran cantidad de creencias, ritos y costumbres, muchos de los cuales terminaron cayendo en el olvido, sobreviviendo aquellas creencias, ritos y costumbres más exitosos (valga la redundancia). Muchos factores no religiosos, en particular factores políticos y económicos, probablemente influyeron en el éxito o fracaso de dichas creencias y costumbres, causando la aparición o desaparición, y pérdida o aumento de poder de las religiones.

Una de las costumbres más exitosas, y que es prácticamente omnipresente en cualquier religión, es la transmisión de las creencias y costumbres religiosas de padres o maestros a los iniciados desde temprana edad. Es probable que aceptar las creencias de nuestros padres sin cuestionarlas era una estrategia exitosa para la mayoría de los humanos primitivos e incluso en la actualidad. Cuestionar el hecho de que cierto alimento es venenoso, puede ser bastante perjudicial para un niño. Un adulto que ha tenido el tiempo de formar sus creencias a partir de sus propias experiencias y conjeturas no necesita ser crédulo, en cambio un niño depende de las creencias de sus padres para sobrevivir, y debe por lo tanto ser crédulo, no tiene otra opción.

La mayoría de las religiones suponen el adoctrinamiento de las personas desde su nacimiento. Es un hecho de fácil constatación que la mayoría de las personas pertenecen a una religión porque sus padres también pertenecen a dicha religión. Esto contrasta en gran medida con la formación política de una persona, la cual generalmente es una escogencia mucho más libre y se realiza a mayor edad. ¿No deberíamos preguntarnos si es ético adoctrinar a un niño a edades en las que no tiene manera de razonar y elegir libremente?

La coherencia de lo incoherente
A pesar de que la mayoría de las religiones se basan en la creencia en lo sobrenatural, lo cual es incoherente con las creencias naturales y científicas, las creencias religiosas tratan de guardar algo de coherencia entre sus creencias sobrenaturales. Por ejemplo, a pesar de que los milagros y un ser todopoderoso son creencias incoherentes con todas nuestras creencias naturales (y por eso son consideradas sobrenaturales), obtener dichos milagros a través de plegarias y rezos, sí es bastante coherente con nuestra creencias naturales, después de todo, la mayoría de las personas obtienen favores de sus padres y amigos a través de pedidos muy parecidos a los rezos (incluso muchos se refieren a Dios como "padre nuestro", al realizar dichos pedidos). Pedirle a Dios un milagro es bastante coherente con pedirle a nuestros padres una ayuda. Lo que podríamos preguntarnos es ¿Si los milagros son por definición incoherentes con las creencias naturales, por qué la manera de obtenerlos sí es coherente con las creencias naturales? De la misma manera en que los milagros son incoherentes con las creencias naturales, la manera de obtenerlos también podría ser incoherente con las creencias naturales. Quizás los milagros no se obtienen rezando por que ocurran, sino rezando por que no ocurran.

Como vemos, a pesar de que lo sobrenatural es incoherente, las religiones exitosas no exageran demasiado con sus incoherencias y tratan de guardar un mínimo de coherencia entre sus creencias incoherentes. En esta coherencia de lo incoherente se basa en buena parte la teología.

Dios es una hipótesis científica
Nuestro enfoque científico no admite creencias sobrenaturales de ningún tipo. Bajo este enfoque lo natural es equiparable a lo real, mientras que lo sobrenatural es considerado irreal. Sin embargo esto de por sí no niega la existencia de un Dios. La idea de que el universo haya sido creado por una persona no tiene por qué ser forzosamente una creencia sobrenatural, bien puede ser una creencia natural, una explicación natural al origen del universo.

Es importante resaltar que en este texto nos referimos a Dios como a una persona inmortal que creó al universo. La palabra Dios ha sido utilizada en el pasado para referirse a diversos entes, muchos de los cuales son completamente naturales y compatibles con nuestra concepción naturalista del mundo. Por ejemplo, la palabra Dios ha sido utilizada muchas veces de manera poética para referirse a la naturaleza, al universo, para alabar a un ser humano, o a un país, a un pueblo (la famosa frase de Einstein, "Dios no juega a los dados", o el "Dios de Colombia" al que se refiere Bolívar en su delirio sobre el Chimborazo). Bien podríamos llamar Dios al planeta Tierra, o al universo, o a la humanidad, pero en este texto nos referimos al Dios cristiano, musulmán, judío, brahmánico o de cualquier otra religión que considere a dicho Dios como a una persona.

Nada es seguro o imposible
Según el enfoque científico presentado, las creencias no son nociones absolutas e inmodificables, sino nociones que consideramos probables, y que pueden modificarse cuando son contrastadas con otras creencias o con la información que recibimos de nuestros sentidos, sentimientos y sensaciones. Para este enfoque científico no hay nada seguro, todo es más o menos probable. Esto puede resultar confuso ya que, por abuso de lenguaje (y a veces por olvido o incomprensión), científicos o personas con una concepción naturalista del mundo realizan afirmaciones con gran seguridad y contundencia. Esto se debe a que sería demasiado tedioso e inútil que para una afirmación altamente probable como "el cielo es azul" se utilizara "el cielo muy probablemente es azul". En efecto existe la remota posibilidad de que los ojos de millones de personas hayan fallado innumerables veces en su percepción del color del cielo, pero esta probabilidad es tan baja que es completamente aceptable recurrir al abuso de lenguaje "el cielo es azul". De igual manera considerar la existencia de Dios como algo altamente improbable es una creencia que bien puede ser simplificada diciendo que Dios no existe. De manera que nuestro enfoque naturalista puede ser definido rigurosamente como agnóstico, ya que admite la posibilidad de la existencia de Dios, y también puede ser definido de manera menos rigurosa como ateo, ya que considera la existencia de Dios como extremadamente improbable.

Dios es improbable
Un argumento a favor de la existencia de "Dios" muy usado es el de la imposibilidad de refutar su existencia. Incluso se llega a equiparar la fe y el dogma de un creyente que afirma la existencia de Dios, con la negación de Dios, la cual es considerada de igual manera dogmática. Sin embargo este argumento no toma en cuenta que para una persona con una ideología naturalista y científica del mundo, nada puede ser afirmado o negado con absoluta certeza. No se puede afirmar con certeza que Dios no existe, es cierto, pero tampoco se puede afirmar con certeza que el lector no está soñando en este preciso momento que lee estas líneas. No se puede negar con absoluta certeza la existencia de Dios, es cierto, pero tampoco se puede negar con absoluta certeza ninguna otra cosa. No tenemos la certeza de que mañana no moriremos, sin embargo la mayoría actuamos bajo el supuesto de que no moriremos, no porque sea imposible, sino porque es improbable. Dios no es imposible, Dios es improbable, y es mucho más improbable que la posibilidad de una muerte inminente para la mayoría de nosotros.

La probabilidad o improbabilidad de una creencia depende de la información disponible. Si una persona joven y saludable considera la posibilidad de que al día siguiente seguirá viviendo, es lógico que considere esta posibilidad bastante probable. Sin embargo si la misma persona recibe la noticia de que algún ejército invasor se dispone a bombardear su ciudad, la posibilidad de vivir al día siguiente se vuelve menos probable. Si observa un proyectil dirigiéndose hacia su casa, entonces la posibilidad de seguir viviendo disminuye aún más. De igual manera la creencia en un Dios creador podría ser probable para personas con poca información. Una persona que observa objetos que son fabricados por otras personas, puede llegar a la conclusión lógica de que todo objeto es creado por personas. Lógicamente si los objetos pequeños son creados por personas normales, quizás los objetos más grandes son creadas por personas más grandes, fuertes o poderosas. Como vemos los dioses pueden haber sido en el pasado una explicación bastante lógica a la existencia de las montañas, mares, astros y del universo en general. Sin embargo la información disponible actualmente contradice muchas de estas creencias. La teoría de gravedad es mucho más coherente con las observaciones astronómicas que la creencia en un Dios moviendo los planetas a su antojo, por lo que es una explicación mucho más probable. De igual manera la evolución por selección natural de los seres vivos explica la existencia de estos seres de manera mucho más coherente con las observaciones que las explicaciones basadas en dioses. Dios es una explicación posible de entre una enorme cantidad de explicaciones posibles, y es una explicación que presenta poca coherencia con las observaciones al ser comparada con otras explicaciones.

La moral y la ética naturalista
¿Qué persona es más ética, aquella que sacrifica su vida por otros con la creencia de que no existe otra vida, o aquella que sacrifica su vida por otros con la creencia de que será recompensada en otra vida?

Las religiones son consideradas por gran cantidad de personas como bases de la ética y de la moral humana. En muchas de estas religiones la moral y la ética son presentadas como normas establecidas por un ser o seres sobrenaturales, y que no tendrían sentido sin la existencia de lo sobrenatural, ya que dichas nociones morales parecen ir en contra del interés de las personas que implementan dichas normas, y parecen contradecir la aparente naturaleza egoísta de los seres vivos. Pero esto no es más que una creencia que surge de la incomprensión del método científico, en primer lugar, y de la falta de conocimiento sobre las explicaciones científicas actuales sobre la moral y la ética humana, en segundo lugar. Existe una incomprensión del método científico ya que si en algún momento una observación contradice las teorías o creencias establecidas a través del método científico, como por ejemplo la observación de acciones altruistas que contradicen el comportamiento egoísta que supuestamente predice la teoría de la evolución por selección natural, entonces simplemente la teoría debe ser modificada para que sea coherente con las observaciones y permita así predecir de mejor manera los acontecimientos futuros. Simplemente es imposible que una observación contradiga a la ciencia, porque la ciencia se basa en establecer teorías que no contradigan las observaciones, modificando dichas teorías las veces que sean necesarias para que sean acordes con las observaciones y así predecir de la mejor manera el futuro. La ciencia es una serie interminable de correcciones que acercan la teoría a la realidad. Pero más allá de esta consideración esencial para entender el carácter natural de la moral y la ética humana, es necesario saber que dichas nociones morales y éticas en realidad son bastante acordes con las teorías actuales de la evolución humana y el funcionamiento de la mente. Pero comentar esto último es tarea para otro artículo...








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